La historia del Lotus Esprit

El Esprit original marcó la entrada de Lotus en el mercado de los supercoches modernos. Su forma exótica y sus prestaciones futurísticas significaron un cambio de rumbo respecto a los otros modelos producidos por el fabricante en aquella época

La trayectoria del Esprit comenzó en el Salón del Automóvil de Turín de 1972, donde Giorgetto Giugiaro de ItalDesign presentó un concept-car recordado en Lotus como “el Silver Car”. Sin embargo, Giugiaro lo había nombrado “Esprit”. La parte frontal del prototipo consistía en un diseño radical, descrito como “papel doblado”, pero fácil de fabricar para la producción en serie. Tras ver la reacción del público al diseño, Lotus empezó a construir un modelo de producción. Utilizando su motor 907 de 4 cilindros en línea, montado a 45 grados para mantener un centro de gravedad bajo, el resultado fue develado en el Salón del Automóvil de París de 1975: el Lotus Esprit.

Los primeros Lotus Esprits fueron entregados en 1976, propulsados por el exitoso motor de 2 litros Lotus 907 de cuatro cilindros. Con 4 válvulas por cilindro (16 válvulas DOHC) y dos carburadores Dell’Orto, producía 160 CV a 6200 rpm. Probado en un túnel de viento para comprobar su eficiencia y estabilidad, el exótico coche deportivo coupé de motor central había sido claramente influenciado por el pedigrí de carreras de Lotus. En ese momento, Lotus había ganado más Grandes Premios de la Fórmula Uno que cualquier otro fabricante de automóviles. La carrocería fue fabricada utilizando la tecnología más avanzada de plástico reforzado con fibra de vidrio (G.F.R.P. por sus siglas en inglés), mientras que el interior fue tapizado con tela lavable. Los faros eran completamente escamoteables y podían alzarse con solo pulsar un botón o bajarse para mantener la eficiencia aerodinámica del coche.

A pesar de que sus prestaciones eran moderadas, su manejo y estilo hicieron que el Lotus Esprit siguiera vendiéndose. Su popularidad aumentó cuando el coche protagonizó la película La espía que me amó en 1977, dejando una duradera impresión en el público de todo el mundo. En 1980, el Esprit fue actualizado a la Serie 2 (S2) y su revisión continuaría en los años siguientes. El nombre Esprit se ha convertido en sinónimo de Lotus. A lo largo de los ochentas, noventas y principios de los 2000, fueron lanzadas distintas versiones, todas ellas en línea con el estilo del icónico diseño de Giorgetto Giugiaro.